Extremadura nos ofrece una serie de rutas otoñales donde podemos observar una gran variedad de paisajes. En otoño, estos paisajes se tiñen de colores cálidos, creando un espectáculo natural de gran belleza y admiración.
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Bosque extremeños en otoño
Esta región atesora una gran cantidad de impresionantes e increíbles bosques en los que se puede caminar sobre senderos cubiertos de hojarasca.
Existen infinidad de rutas para descubrir estos bosques llenos de robles, castaños, alcornoques o quejigos. Lugares que nos ofrecen un espectáculo sin igual para desconectar de la rutina en esta estación tan sugestiva.
Rutas otoñales en Extremadura
En Extremadura existen numerosas rutas donde disfrutar de su naturaleza y colores otoñales. Aquí os enseñamos las más significativas:
Ruta del Camino Real del Valle del Jerte
Esta ruta de senderismo de unos 10 kilómetros une los pintorescos pueblos de Navaconcejo y El Piornal.
Este sendero está señalizado con marcas blancas y amarillas, guiando a los senderistas por el camino correcto.
Esta ruta parte desde el río Jerte y asciende entre cerezales, castañares y robledales hasta llegar a la Cascada del Calderón.
Esta impresionante cascada por la que el agua se precipita a 30 metros de altura. Además, allí se instaló una Fábrica de la Luz en 1924 que suministraba luz al Piornal y más tarde a Barrado.
Durante el recorrido se llega a un camino empedrado, donde se encuentra el Mirador El Balcón del Valle. Desde allí se puede contemplar una de las mejores panorámicas del Valle del Jerte.
El camino discurre por un bosque de castaños, que en otoño se convierte en un verdadero espectáculo de colores.
Ruta del Castañar de Ojesto
Esta caminata de 5 kilómetros se encuentra en la Sierra de Gata. El camino nos lleva por un castañar centenario, que en otoño da una visión mágica de la naturaleza y su entorno.
Entre el municipio de San Martín y el puerto de Santa Clara se encuentra esta senda. Esta ruta se identifica como un camino a pie por una calzada romana que nos adentrará en uno de los castañares más grandes del mundo.
A pesar de su baja dificultad del senderos nos podemos encontrar algunas subidas y bajadas pronunciadas.
Ruta de los Castaños de Calabaza
Esta ruta de 12 kilómetros se encuentra en la Sierra de Tormantos. Su sendero nos adentra por un bosque de castaños de diferentes tonalidades de colores otoñales.
Este sendero tiene forma circular y de baja dificultad que es alcanzable para todos aquellos que se inicien en el senderismo.
En la senda hay árboles de hasta 700 años, Castañar del Postuero, de unos 17 metros de altura y con más de 8 metros de perímetro en sus troncos.
Además, en el Geoparque de las Villuercas donde se encuentra esta ruta, nos podemos encontrar La Chorrera de Calabazas cercano a la localidad de Castañar de Ibor.
Ruta del Castañar Gallego
Esta ruta asciende a 15, de dificultad media y con una duración de alrededor de 4 horas.
Este sendero con una gran cantidad de castaños se encuentra en el camino de Hervás a Gargantilla.
El bosque por donde transcurre esta ruta se adentra en los Montes de Traslasierra, de unos 600 y 1000 metros de altura.
Durante se recorre esta senda se puede disfrutar de unas impresionantes vistas saliendo desde Hervás recorriendo el increíble castañar que lo une con Gargantilla.
Ruta del Castañar de Garciaz
Nos encontramos antes una ruta más larga y desconocida a comparación con las anteriores ya mencionadas.
Con un recorrido de 17 kilómetros y con una dificultad baja, esa ruta comienza y finaliza en Garciaz, un pequeño municipio de Cáceres.
Durante el transcurso de la caminata se pasará por su ermita, por una cruz funeraria, por las cuerdas de las viñas, se rodea el pozo de las nieves y por el pantano Los Maruelos.
Durante la caminata podemos contemplar un castañar centenario, hojas secas por el sendero y los olores típicos del otoño haciendo esta ruta una experiencia inmejorable.