En las cercanías del pueblo cacereño de Bohonal de Ibor, se encuentran los restos romanos de Augustóbriga. Una antigua ciudad romana que fue un importante centro comercial, administrativo y religioso en la región.
Los restos se encuentran en un estado de conservación relativamente bueno, y son un testimonio de la rica historia de la zona. Sin embargo, la ciudad fue inundada por la construcción del embalse de Valdecañas en 1960, y los restos fueron trasladados a su ubicación actual.
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Historia de Augustóbriga
Augustóbriga fue fundada en el siglo I a.C. por los romanos, y se convirtió en una importante ciudad en la provincia de Lusitania.
Augustóbriga fue destruida por los visigodos en el siglo V d.C., y sus restos permanecieron ocultos durante siglos.
Embalse de Valdecañas
La construcción del embalse de Valdecañas en los años 60 obligó a trasladar dos edificios de la ciudad romana de Augustóbriga.
Entre los años 1956-1961 se llevó a cabo el levantamiento y traslado de los templos a las orillas del embalse para su conservación y mantenimiento.
Los restos romanos de Augustóbriga
Los restos romanos de Augustóbriga se encuentran en un área de aproximadamente 50 hectáreas. Los restos más importantes incluyen:
El templo de Los Mármoles
Se estima que el templo fue construido en el siglo II d.C., durante el apogeo de la ciudad romana de Augustóbriga a orillas del río Tajo.
El templo destaca por su planta rectangular, orientada hacia el sur, y su pórtico frontal consta de cuatro columnas de granito.
En su interior, se encontraba la cella, donde se veneraba la imagen de la divinidad a la que estaba dedicado.
Se cree que el templo estaba ornamentado con mármoles y otros mármoles nobles, de ahí su denominación oficial.
Su condición de único templo de curia conservado en el mundo lo que le convierte en una referencia para los amantes de la historia y la arqueología.
El foro de Augustóbriga
El foro era una plaza rectangular rodeada de edificios públicos, como templos, basílicas y tiendas. Era el lugar donde se celebraban las reuniones del gobierno local, los mercados y las fiestas públicas.
El foro era de planta rectangular, e incluía edificios como los templos de Los Mármoles. Al lado se colocaron tres columnas procedentes del Templo de la Cilla.
El templo de Cilla
Este templo también del siglo II d.C., era más pequeño que el templo de Los Mármoles. Estaba dedicado a la diosa Ceres, diosa de la agricultura.
Tras la caída del Imperio Romano, el templo fue utilizado como granero o “cilla” de ahí su nombre actual.
La calzada
La calzada, en el contexto de las vías romanas, se refiere a la parte central pavimentada destinada a la circulación de vehículos y personas. En el caso de Augustóbriga, la calzada principal era una arteria fundamental que conectaba esta importante ciudad con otros centros romanos de la Península Ibérica.
En esta ciudad romana parece que había un acueducto subterráneo, unas posibles termas y los restos de unos hornos de fundición.
En las cercanías de los restos de Augustóbriga
A unos 35 km se alza el castillo de Alija, aunque en ruinas, en el municipio de Peraleda de San Román, Cáceres
Se cree que su construcción se remonta en el siglo X, bajo el mandato de Abderramán III, como parte de la red defensiva del Tajo junto a otras fortalezas como Espejel, Castros, Azután y Vascos. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1083, el castillo pasó a manos cristianas.
El Castillo de Alija jugó un papel crucial en la defensa del territorio, controlando el acceso al río Gualija y protegiendo las rutas de comunicación entre Toledo y Badajoz. Su ubicación estratégica lo convirtió en un punto de vigilancia esencial en la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes.
Los restos romanos de Augustóbriga y alrededores son un importante testimonio de la presencia romana en la Península Ibérica.