Las perrunillas extremeñas son unos dulces tradicionales de Extremadura. Se les pueden echar nueces, almendras o pistachos. Hay quien le añade ralladura de naranja para darles un toque más aromático.
El origen del nombre de este bizcocho o torta pequeña es muy curioso. Deriva de la palabra perro. Probablemente venga de la expresión que los pastores utilizaban para que los perros corrieran tras el ganado (¡perr-perr!), basándose en el gruñido de este animal. Curioso ¿verdad?
Aunque en Extremadura y otros lugares se les llaman perrunillas, en otros lugares de España que también tiene un arraigo tradicional les llaman perrunas.
Perrunillas extremeñas
Estos dulces también se elaboran mucho en Andalucía y Castilla, sobre todo para la época de Navidad.
La receta original lleva manteca de cerdo. Sin embargo, al tener un alto nivel de grasas saturadas, se puede sustituir por aceite de oliva. Su procedencia viene de unas tortas que se elaboraban en la época de la trashumancia: la tradición de llevar el ganado desde los valles donde estaban en invierno hasta las zonas más elevadas para pasar el verano, y así encontrar hierbas frescas.
Los pastores las elaboraban con harina sin refinar de trigo y agua, una masa que la cocían al fuego. Con esta masa hacían las tortas y se usaban para alimentar a los perros que acompañaban al ganado. Las perrunillas tienen una forma parecida, pero no tienen nada que ver con las que nos podemos encontrar en las pastelerías extremeñas.
Ingredientes y elaboración
- 400 gr. de harina de trigo
- 100 gr. de almendras (crudas y molidas)
- 2 huevos
- 200 gr. de azúcar
- 125 gr. de manteca de cerdo
- Un chorrito de anís
- Ralladura de naranja o de limón
- Una pizca de sal
- Almendras crudas (enteras, ya que son para decorar)
En cuanto a su elaboración, aunque sea una receta sencilla, se debe seguir con exactitud tanto en ingredientes como tiempos de cocción.
Estos ingredientes se mezclan elaborando una masa similar a la del pan, de la que se toman porciones y se elaboran las perrunillas. Tras esta operación se hornean a unos 200ºC durante una media hora. Las perrunillas poseen un color marrón debido a este proceso de horneado. En Extremadura se elaboran con formas ovaladas y suelen pesar unos cincuenta gramos de media cada perrunilla.
En definitiva, la pastelería extremeña ha ido adquiriendo diferentes matices al extenderse por las diferentes comarcas de esta región. La tradición de elaborar sabrosos dulces viene de lejos, de cuando los judíos y los árabes dejaron su huella trayendo ingredientes de sus tierras.
No sólo de perrunillas está hecha la pastelería extremeña. Nos podemos encontrar un sinfín de dulces tradicionales que iremos descubriendo poco a poco ¿Te apuntas?