Los “Carantoñas” de Acehúche son hombres disfrazados con pieles sin curtir, de oveja o cabra, y que cubren sus rostros con una máscara, también de piel, de la que cuelgan pimiento, orejas de animales, colmillos, etc. que les dan un toque realmente siniestro. En su mano llevan un ramo seco de acebuche u olivo silvestre, aunque antiguamente portaban una vara seca con muchas puntas, denominada “tárama”. Generalmente el disfrazarse de Carantoña consiste en una promesa hecha a San Sebastián.

Origen de la fiesta

El origen de esta singular fiesta se encuentra en la leyenda de San Sebastián, soldado romano que fue juzgado y condenado a muerte por no renegar de su fe cristiana.

San Sebastián en Acehúche

Se cree que hace mucho tiempo sobrevino por los pueblos vecinos de Acehúche una gran epidemia de peste. Los habitantes del pueblo se encomendaron a San Sebastián para que ésta no les afectara. La enfermedad no se extendió por la localidad y desde ese momento decidieron celebrar esta fiesta en honor de San Sebastián, que murió asaeteado, siendo su cuerpo arrojado en un lodazal, donde las fieras y animales de los bosques, en lugar de devorarlo, lo respetaron por su condición de santo.

Desarrollo de la fiesta

La fiesta de San Sebastián comienza en la víspera del diecinueve de enero. Este día por la mañana, el mayordomo y sus familiares se encargan de recoger romero en las afueras de la localidad cacereña.

De vuelta al pueblo son recibidos con gran bullicio por los vecinos, con repiques de campanas y cohetes.

Por la tarde, los jóvenes y los niños se encargan de ir a buscar al tamborilero, pieza clave en la fiesta, al lugar conocido como “Gorrón Blanco”. Este personaje, ataviado con un tambor y una flauta, recorre esta localidad durante los tres días que dura la fiesta, animando con su música y su alegría.

Una carantoña en Acehúche, Cáceres

Al amanecer del día veinte tiene lugar la “Alborá”. El tamborilero recorre las calles despertando a quienes se disfrazarán de Carantoñas y al resto de los vecinos, para que todos juntos se dirijan a las casas de los mayordomos, donde serán invitados a unas migas con café. Seguidamente quienes vayan a representar a las carantoñas se vuelven a sus casas para comenzar el ritual de su vestimenta. Mientras tanto, los mayordomos reparten el romero recogido, “regar el romero”, por las calles que recorrerá esta procesión.

Procesión de San Sebastián durante las Carantoñas

Cuando la procesión llega a la casa del mayordomo, desde el balcón se echa la loa, que consta de referencia a la vida de San Sebastián y favor concedido. Cuando acaba la loa, los tiraores disparan al aire mientras las regaoras echan confeti a San Sebastián.

La vaca, una carantoña con cuernos que lleva colgando un gran cencerro, aparece después y se encarga de asustar a las carantoñas.

Fiesta de Interés Turístico Regional

Sea como fuere, lo cierto es que la fiestas de las carantoñas es la más esperada por las gentes de Acehúche y, además, fiesta del Jarramplas abren el calendario de Fiestas Interés Turístico Regional en Extremadura.

Dos carantoñas mirando a cámara

En 1987 esta fiesta tuvo la declaración de interés turístico regional, con mezcla de tradición cristiana con elementos paganos y los vistosos disfraces con lo que los habitantes de Acehúche celebran su fiesta que está cargada de simbolismo y tradición popular.

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