La era visigoda en Extremadura dominó nuestras tierras durante tres siglos. Mérida, antigua capital de la romana Lusitania, era uno de los centros políticos y religiosos más importantes de la península, siendo además un núcleo importante para el arte visigodo.
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¿Cuándo llegaron los visigodos a la Península Ibérica?
En el año 415 llegaron los primeros visigodos a la Península Ibérica.
En las primeras décadas del reino visigodo en España, eran una minoría la que ejercía el poder político-militar sobre la población, que era en su mayor parte romana.
Los visigodos permanecieron en España durante tres siglos, con tres etapas distintas. Entre los años 415 y 507 se asentaron en Hispania y Galia, con Toulouse como capital del reino.
La cultura visigoda
Los visigodos se dedicaban a la agricultura, donde el cultivo de trigo, el olivo, la cebada y la avena eran las actividades más beneficiosas para el pueblo visigodo.
En cuanto a Extremadura destaca la «Dehesa de la Ventosa», Malpartida de Plasencia.
La dehesa de la Ventosa era un poblado rural y de carácter agropecuario. Se caracteriza por ser un conjunto de asentamientos de tipo aldea, vicus o granjas.
¿Qué idioma usaban los visigodos en España?
En cuanto a su idioma admitieron el Latín como lengua oficial, aunque ellos hablaban otro idioma muy distinto, el gótico (autoglotónimo *gutiska razda, *gutisk o *gutrazda) , que es una lengua extinta hablada por el pueblo godo y sus dos ramas: ostrogodos en Italia y visigodos en España.
La Extremadura Visigoda
En torno a los grandes focos de la cultura hispano-visigoda, en especial Mérida, se construyeron varios templos rurales, iglesias, basílicas y monasterios repartidos por toda la geografía de la región.
La escultura se centra en piezas con función arquitectónicas y del mobiliario litúrgicos: pilastras, nichos, altares, etc. Los temas que representan tienen un significado simbólico-religioso.
Basílica de Santa Lucía del Trampal
La iglesia de Santa Lucía del Trampal es un templo que data entre el siglo VII y el siglo IX, situado en el municipio de Alcuéscar en Cáceres.
Se trata de un templo con unas características arquitectónicas singulares. Destaca por ser la única edificación visigoda que se conserva en pie en el sur de la península ibérica.
Todo el edificio está construido con piedra de sillería en los ángulos y en las partes de mayor interés arquitectónico, como vanos y bóvedas, mientras que el resto se compone de sillarejo y mampostería.
A finales del siglo XV se reconstruyó el cuerpo principal del templo, bastante deteriorado después de algunos siglos en total abandono.
Es el ejemplo más completo de arquitectura visigoda en la región extremeña, pudiéndose observar aún su nave transversal y su primitiva cabecera. La luz entra en el edificio a través de unos pequeños arcos de herradura.
Muy cerca de la basílica está ubicado el Manantial del Trampal, el cual da nombre a la basílica.
Basílica visigoda de Santa María de Ibahernando
Esta basílica se encuentra dentro de una serie de restos cristianos primitivos de finales del siglo V.
Dichos restos arqueológicos todavía son visibles en la basílica de Santa María, muy cerca de la localidad de Ibahernando en la provincia de Cáceres.
En marzo de 1962 se hallaron por la zona dos sarcófagos de granito de una sola pieza, intactos y un ara funeraria del siglo I que hoy en día se encuentra en los fondos del Museo de Cáceres.
Además se hallaron epígrafes, restos de columnas, sillares y, sobre todo, una inscripción en mármol bastante deteriorada de una iglesia visigoda que debió situarse en los alrededores hacia el 635.
Xenodoquio, Mérida
Mérida comenzó su etapa visigoda con un esplendor político y cultural ya vivido en los tiempos de dominación romana.
A finales del siglo VI el obispo Masona ordenó levantar un Xenodochium. Este se trataba de un hospital-albergue para enfermos pobres y, sobre todo, para los peregrinos que venían a venerar la tumba de la Mártir Eulalia.
Los restos de este hospital nos muestra que era un edificio central, orientado de este a oeste, de planta rectangular rematado en ábside.
Por el grosor de los cimientos es muy probable que el edificio tuviese una segunda planta, con una galería porticada que daba al corredor central.
Se cree que pudo estar ubicado en las cercanías de la basílica de Santa Eulalia, junto a las actuales vías del ferrocarril.
Iglesia Valdecebadar, Olivenza
Esta iglesia prerrománica visigoda, que data del siglo VII, se encuentra situada a las afueras de la localidad de Olivenza, en la provincia de Badajoz.
Sus ruinas se encuentran al norte de este municipio, muy cerca de la pedanía de San Francisco de Olivenza.
El edificio tiene forma de cruz griega con brazos de unos 18 metros de longitud. La forma original de la iglesia, su desarrollo y sus funciones no están muy claras.
Basílica visigoda de la Santa Cruz, Burguillos del Cerro
La Basílica consta con todas las características propias de los templos hispanos-visigodos, al tener un santuario cuadrangular.
Contaba con un vestíbulo, en el que se halló la pila bautismal.
Se trata de una iglesia consagrada a la Santa Cruz de Yanises, aldea visigoda al amparo
del castillo de Burgos del Viento.
Otros núcleos importantes de la época fueron: Coria, que se convirtió en sede obispal, Cáparra, Medellín, la finca de la Cocosa en Badajoz, etc.
Restos Hispano-Visigodos
Badajoz
En el interior del recinto de la Alcazaba se encuentran algunos restos de origen visigodos, como por ejemplo los restos de las columnas de la antigua iglesia de Santa María de Calatrava, de las cuales varias permanecen en pie.
Dentro del recinto de la alcazaba árabe nos encontramos con piezas ornamentales y estructurales como: fustes, capiteles, cimacios, impostas, pilares y pilastras que se encuentran repartidos por diferentes lugares de dicho recinto y en sus inmediaciones.
Mérida
Lo mismo ocurre en la alcazaba de Mérida. A lo largo y ancho de esta fortificación son visibles restos romanos y visigodos reaprovechados, habiendo aparecido material de acarreo labrado usado como ripio para dar más grosor a los lienzos de la muralla.
Cáceres
La ciudad de Cáceres no tiene huellas visigodas, aunque en la provincia se pueden contemplar importantes restos arquitectónicos como la basílica de Santa Lucía del Trampal, que ha sido mencionada anteriormente.
En los últimos años se han encontrado restos visigodos en la zona de la Huerta de San Pedro (Cáceres).
Son antiguas construcciones y fragmentos de cerámica. Cerca de este hallazgo aparecieron las ruinas de lo que pudo ser una ermita, la cual puede ser de origen visigodo, por los sillares, columnas y otras mamposterías que fueron reutilizados, a los largo de los años, en la construcción de casetas de hortelanos que se sitúan en los alrededores.
El paraje donde se han encontrado dichos restos era el camino que conectaba los enclaves romanos de Cáparra y Caurium (Coria).
Joyas visigodas
Los visigodos eran amantes de las joyas, y por ello fueron grandes orfebres y grandes maestros en el arte de los esmaltes. Un claro ejemplo es la corona de Recesvinto.
En Extremadura aún se pueden contemplar joyas como la Cruz de bronce encontrada en Burguillos del Cerro, Badajoz.
Una preciosa cruz de metal dorado de estilo griego y las argollas de los brazos pendían el alfa y el omega, para representar el emblema de Jesucristo.