La batalla de Zalaca tuvo lugar en el 1086. Está rodeada por el misterio y el desconocimiento, pese a ser una batalla muy importante no sólo en la historia de Extremadura sino de España en la era de los taifas.
Investigaciones realizadas hace poco tiempo la sitúan en el entorno del Cerro de Santa Engracia (donde hoy en día se levanta el Fuerte de San Cristóbal) y no en Sagrajas como se pensaba.
¿Qué ocurrió?
Las taifas de Sevilla y Badajoz, asustados por el avance de Alfonso VI, que acababa de tomar la ciudad de Coria y Toledo, deciden aparcar sus problemas y pedir ayuda a Yusuf, un rey almorávide del norte de África.
El rey africano, muy prudente, quiere medir las fuerzas con los cristianos antes de entablar la conquista de territorios. Para ello se aloja con sus tropas en Badajoz y reta a Alfonso VI a la batalla que se producirá poco tiempo después.
El rey cristiano, orgulloso y muy confiado por sus últimas victorias, acepta la invitación de Yusuf. Los ejércitos se encontraron, posiblemente, el 23 de octubre. Al comienzo de la batalla, la caballería cristiana desborda las fuerzas de las taifas hasta que llega la infantería almorávide.
Las tropas cristianas eran más numerosas que las árabes, pero su planteamiento de la batalla fue equivocado. Al inicio de la batalla el triunfo parecía acompañar al rey castellano, tras todo un largo día de combate.
Yusuf, que había estudiado el terreno, hace que su caballería rodease a los cristianos y les ataque por los flancos y la retaguardia. Además envió un destacamento a saquear el campamento cristiano que estaba asentado cerca de Valdebotoa. Los cristianos se vieron superados, incluso Alfonso VI resultó herido, y deciden retirarse.
Con Alfonso VI herido, los escasos supervivientes del ejército cristiano, perseguidos por los árabes, emprendieron la huida hacia su base en Coria.
Consecuencias de la batalla
Antes del enfrentamiento, ambos ejércitos resultaban poderosos y sabían bien lo que se jugaban.
Además de frenar el empuje de los cristianos destrozando sus mejores ejércitos y salvar el Reino de Badajoz, esta victoria resultó determinante para el rumbo de los acontecimientos en toda la Península.
Las consecuencias a medio plazo son que los almorávides deshacen las taifas y unifican Al Andalus presentado un frente militar potente que retrasó la Reconquista por parte de los cristianos en torno a 150 años.