La Serrana de la Vera es un personaje de un mito muy conocido en Extremadura, especialmente en la zona de los Riberos del Tajo, Garganta la Olla, el Valle del Jerte y La Vera, de donde se cree que fue el origen de este personaje y donde pervive el misticismo sobre él.
Contenido
¿Dónde se encuentra la Serrana de la Vera?
La Serrana de la Vera vivía en el monte, en las cercanías de Garganta la Olla. La tradición nos cuenta que su morada es una cueva en la Sierra de Tormantos.
La leyenda de la Serrana
Cuenta la leyenda que en la Sierra de Tormantos, entre Garganta la Olla y Piornal, vivió una hermosa mujer que llevaba a su cueva a los hombres que se encontraba por el monte para matarlos. Esta leyenda se fue poco a poco extendiendo por Extremadura, convirtiéndose en uno de los mitos más conocidos de la región.
¿Cómo era la Serrana?
Solía llevar el pelo suelto y largo hasta los pies. En otras versiones llevaba la cabellera trenzada bajo la montera, vestía falda corta e iba provista de todos los pertrechos de una cazadora: arcos, flechas y una honda.
Mujer joven, varonil, bella, valiente y muy sanguinaria con apariencia de cazadora o de amazona y de una fuerza sobrehumana, es una de las formas que podemos describir cómo era la Serrana.
Origen de la leyenda
El origen de la Serrana de la Vera puede estar relacionado con Isabel de Carvajal, una joven de una familia asentada de Garganta la Olla que fue abandonada por el joven con el que iba a casarse. Este hecho marcó una gran deshonra a la joven y a toda su familia.
A partir de ahí puede desenvolverse el mito y la leyenda de la Serrana de la Vera.
Una mujer que vivía en Garganta la Olla decide abandonar el pueblo y se va a vivir a la sierra, supuestamente a una cueva que se encuentra en la cercana sierra de Tormantos.
La Serrana de la Vera seducía con palabras y gestos a los hombres que se encontraba por los lares de la cueva, y los llevaba allí donde les ofrecía una suculenta cena, además de otros placeres carnales.
Una vez que los hombres descansaban, ella los mataba en venganza por el sufrimiento que padeció, y transformaba sus huesos y calaveras como utensilios de la vida cotidiana. Además clavaba cruces para que sus almas descansaran a modo de enterramiento.
En conmemoración a las víctimas que murieron a manos de la Serrana de la Vera, se levantó una cruz en lo alto de la torre de Garganta la Olla. Además también en esta localidad, puede verse la casa de la familia Carvajal, donde vivió la Serrana hasta el momento de su deshonra.
Los romances e historias de amor de la época cuentan diferentes versiones, tanto de las fechorías de la mujer como de su aspecto. Además de mezclar otros mitos y leyendas del lugar, que hablan de seres encantados que habitaban por las sierras.
Tan popular y mística es la figura de la Serrana de la Vera que el pueblo de Garganta la Olla le tiene dedicada una estatua en su honor, en un mirador desde el que podemos disfrutar de unas vistas increíbles del pueblo y de la zona de la comarca de La Vera.