Carlos I de España y V del Sacro Imperio Germánico, recorrió 24 localidades para llegar al Monasterio de San Jerónimo de Yuste. Este sitio sagrado fue construido para albergar sus últimos días de su vida rodeado de paz y naturaleza.
Un recorrido que duró alrededor de 5 meses haciendo que el emperador llegase exhausto de cansancio y muy débil a su retiro.
Esta ruta se puede realizar durante todo el año. Pero si quieres conseguir una experiencia más profunda, a principios de febrero se celebran las fiestas para conmemorar el viaje que hizo Carlos V hasta llegar a Cuacos de Yuste. Tienen lugar en estas fechas eventos con la gastronomía típica del lugar y actuaciones teatrales y musicales para recordar el viaje que recorrió el emperador hacia su lugar de descanso final.
¿Y por que en febrero esta ruta es más especial? Por que la llegada de Carlos V al monasterio de Yuste fue el 5 de febrero de 1557.
Esta ruta que estamos recorriendo es la más antigua. Tendrá lugar en las últimas tres localidades veratas por donde pasó el emperador:
Jarandilla de la Vera
El inicio de esta ruta está indicado por una placa informativa en el parador de Jarandilla de la Vera.
El parador de Jarandilla de la Vera: está situado en un lugar magnífico con paisajes hacia el valle del Tiétar y de la Vera. Actualmente es un hotel-parador, pero en sus orígenes fue un castillo del siglo XV, donde personajes como el emperador Carlos V disfrutaron del silencio y del descanso en medio de la naturaleza.
Este magnífico parador mantiene su aroma medieval en sus torres, piedras, patios e interiores, donde viajar al pasado se nos hace mucho más fácil.
Siguiendo con la ruta del emperador Carlos V, seguimos por la Cuesta de los Carros hasta llegar a la iglesia de San Agustín. Y luego por la derecha por la calle Marina y saldremos de la localidad de Jarandilla de la Vera.
A continuación nos dirigiremos al puente Parral, a través de una senda de arena y una calleja empedrada.
El puente Parral, como hemos visto anteriormente, está situado fuera de la localidad, pero existen caminos romanos bastantes interesantes desde el pueblo que nos llega hasta él. La arquitectura tiene hechuras típico medieval, de una altura considerable y lomo de asno. En la estación veraniega es apto para darse un baño de aguas muy frías de las gargantas de Jarandilla.
Una vez pasado el puente seguiremos un camino ascendente, situado a la derecha.
Continuaremos por el camino, y cruzaremos un pequeño bosque de robles y una vereda de tierra con paredes de piedras, hasta alcanzar una pista de cemento. Seguimos el camino hasta adentrarnos en el robledal.
Aldeanueva de la Vera
Pasando este pequeño robledal, ya se divisa la siguiente localidad verata: Aldeanueva de la Vera. Cruzaremos el arroyo de Cepeda y continuaremos por la carretera hasta llegar a la iglesia de San Pedro o Fuente de los Ochos Caños.
La fuente de los Ochos Caños es patrimonio cultural de Aldeanueva de la Vera. A través de sus caños emergen aguas procedentes del manantial. Es la fuente más caudalosa de dicha localidad.
Descendemos al puente romano sobre la garganta de San Gregorio. Continuaremos siempre recto por la calle principal y estaremos atravesando esta localidad en dirección a Cuacos, cruzando el puente Téjar que nos llevará hasta la calle de Santa Ana.
La garganta de San Gregorio nace en la ladera del Collado de la Yegua, más conocido como Puerto del Emperador Carlos V en la sierra de los Tormantos. A unos km se une con la Garganta del Yedrón, encajando un espectacular paisaje para relajarse o zambullirse en las aguas frías y cristalinas de esta comarca verata. En esta Garganta nos podemos encontrar unas de las piscinas naturales más conocida por estos lares, la denominada “Piscina Vieja”. Este lugar está muy acondicionado para darse un baño o para pasar el día disfrutando de la naturaleza y el sonido del agua descendiendo de lo más alto de la ladera.
Cuacos de Yuste
Seguimos con nuestro recorrido por la ruta de Carlos V. Al entrar en Cuacos de Yuste solamente nos quedan unos dos kilómetros para llegar al Monasterio de San Jerónimo de Yuste. Tenemos que llegar al monumento al monarca, con una curva bastante pronunciada, y empezaremos a subir el camino que une Cuacos de Yuste con Garganta la Olla.
El monumento dedicado al monarca Carlos V, se trata de una estatua de diez toneladas de peso labrada en piedra, obra del artista mexicano, Carlos Terre. En ella aparece el emperador Carlos I de España y V de Alemania con personajes de la época carolina de ambos continentes. Este monumento deja un testimonio claro a su memoria y al poder que obtuvo como emperador en su época.
Subiendo este camino perfectamente preparado para un paseo relajante, mientras se recorre el sendero en la parte derecha, nos encontramos el cementerio alemán unos metros antes de llegar al Monasterio de Yuste.
El cementerio alemán, está lleno de simbolismo desde la puerta de entrada que, existe una placa donde nos informa de dónde son las personas que descansan en estas tierras. Son soldados que pertenecieron a tripulaciones de aviación caídos, submarinos y armadas hundidos en el territorio español. Algunos murieron en el acto, otros fueron muriendo en hospitales de todas España. Por eso, nos podemos encontrar caídos de la segunda guerra mundial de cualquier parte del territorio español. Una vez entramos en este campo santo, nos impresiona las cruces tan ordenadas milimétricamente ordenadas, donde se puede encontrar el nombre y el apellido del soldado, el rango que tenía y la fecha de nacimiento y fallecimiento.
Es un paisaje que sobrecoge por su historia, su orden germánico y el silencio que viaja tras las tumbas, ofreciéndonos un momento épico entre la nostalgia y la historia.
Y llegamos al Monasterio de Yuste, elegido por el emperador para retirarse y pasar sus últimos años de su vida. Este enclave se encuentra a caballo entre Cuacos de Yuste y Garganta la Olla, rodeado de robledales, arroyos de aguas frías y sonidos de la naturaleza, que hizo de su retiro un momento de paz. Un sitio que le dio alivio en la enfermedad que le aquejaba, la gota.
El 21 de septiembre de 1558 muere Carlos V en sus aposentos del monasterio. Este lugar sagrado. Carlos V fue enterrado en la iglesia de este monesterio para, posteriormente, trasladarlo al panteón real del Monasterio de San Lorenzo de Escorial.
El monasterio está constituida por dos claustros, una iglesia y una casa-palacio donde residió el monarca sus últimos días.
El Real Monasterio de Yuste forma parte del Patrimonio Nacional de España. Y es la sede de la Federación Academia Europea de Yuste, dedicada a fomentar el espíritu de unión en Europa.